Los hechos sobre el cambio climático

El cambio climático no es un tema de debate político. Es un problema real, respaldado por mediciones científicas objetivas y hechos innegables, y tenemos que tomar medidas para reducir su impacto.

Pero ¿qué pasa con el cambio climático? Estos son algunos de los datos sobre este problema que nos debe preocupar a todos.

1. El CO2 importa

En 2017, el dióxido de carbono (CO2) atmosférico global alcanzó 405 ppm (partes por millón), un nuevo récord. El dióxido de carbono atmosférico se encuentra actualmente en su nivel más alto en 3 millones de años.

¿Por qué es esto un problema? Los gases de efecto invernadero como el CO2 son el principal contribuyente al cambio climático.

La última vez que los niveles de CO2 fueron tan altos, la temperatura global promedio fue de 2 a 3 °C más alta que durante la era preindustrial, y el nivel del mar fue de 15 a 25 metros más alto que el actual.

Calentadas por el sol, las superficies terrestres y oceánicas de la Tierra irradian calor continuamente.

Los gases de efecto invernadero como el CO2, el metano y el óxido nitroso absorben ese calor y lo liberan gradualmente con el tiempo, como una sartén caliente después de apagar la estufa.

A niveles normales, este efecto invernadero es un proceso natural necesario. Sin él, el planeta sería demasiado frío para albergar vida. No obstante, el rápido aumento de los niveles de CO2 ha alterado el equilibrio, atrapando demasiado calor y provocando un aumento de las temperaturas globales.

2. El transporte, la energía y la industria son los principales contribuyentes

Con mucho, el mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero es la quema de combustibles fósiles para el transporte, la energía y la industria.

Combinadas, el transporte, la producción de electricidad y las aplicaciones industriales representan casi el 80% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos.

Los hogares y negocios representan otro 11%, principalmente de calefacción y refrigeración. La agricultura constituye el 9 % restante.

3. La temperatura aumentará

En los últimos años, hemos experimentado algunas de las temperaturas globales más altas desde que comenzamos a registrar ese tipo de cosas hace 138 años. Los nueve años más cálidos registrados son 2016, 2015, 2017, 2014, 2010, 2013, 2005, 2009 y 1998.

Desde 1901, la superficie del planeta se ha calentado 0,9 °C por siglo, pero la tasa de calentamiento casi se ha duplicado desde 1975 a 1,5–1,8 °C. Puede que no parezca mucho, pero considera el gran tamaño y la tremenda capacidad de calor de los océanos de la Tierra.

Se necesita una cantidad inimaginable de energía térmica para elevar la temperatura de la superficie de la Tierra, incluso en una pequeña cantidad.

El planeta está ganando energía térmica a una velocidad equivalente a la detonación de cuatro bombas atómicas del tamaño de Hiroshima por segundo.

Los hechos sobre el cambio climático

4. La vida silvestre se verá afectada

Los humanos no son las únicas criaturas que sufrirán los efectos del cambio climático. La vida silvestre verá un gran impacto por el aumento del calor. El cambio climático ya ha puesto en peligro gran parte del mundo natural y, en los próximos años, amenazará ecosistemas enteros.

El ejemplo más notable de esto está en las regiones polares. Las temperaturas están subiendo el doble de rápido que en otros lugares del planeta.

Los océanos se están calentando y el hielo glacial se está derritiendo, causando la pérdida de hábitat y amenazando el suministro de alimentos.

El cambio climático en el Ártico y la Antártida puede ser el ejemplo más extremo en este momento, pero solo sirve como un sistema de alerta temprana de los cambios que se avecinan para el resto del planeta.

Los humanos pueden adaptarse a muchos climas, pero muchos animales son especialistas en su hábitat. Tendrán que adaptarse rápidamente o enfrentar la extinción.

5. Las sequías y las inundaciones serán más comunes

El calentamiento de la Tierra ha provocado un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos. Las temperaturas más altas significan olas de calor y sequías, pero no se detiene ahí.

El aire más cálido puede contener más vapor de agua, lo que significa que las regiones libres de sequía verán mucha más lluvia, nieve, aguanieve y granizo.

El aire más cálido también contiene más energía, lo que significa vientos más fuertes y tormentas más devastadoras.

Esta no es una tendencia futura de la que tendremos que preocuparnos dentro de décadas. Está sucediendo aquí mismo, ahora mismo.

¡Juntos hagamos un cambio verdadero!