Empoderando a la juventud de Guatemala

Corporación Multi Inversiones, conocida como CMI, siempre ha destacado por su conciencia social. Ha sido ejemplo para muchos empresarios como el equilibrio perfecto entre líder empresarial y generador de responsabilidad social para lograr un impacto positivo en la sociedad.

Son muchas las formas en que CMI busca activamente ayudar a su comunidad, pero una de las más reconocidas es mediante los programas de la Fundación Juan Bautista Gutiérrez. Se trata de una asociación que tiene como objetivo principal la educación, pues creen firmemente que en esta se encuentra la solución a muchos problemas actuales, principalmente entre jóvenes y niños.

Problemáticas actuales

Uno de los problemas más agudos en la población joven de Guatemala es el embarazo adolescente. Las tasas de embarazos prematuros son particularmente altas, afectando la calidad de vida y el futuro de las nuevas generaciones. 

Para CMI este es un punto importante. Como líderes empresariales, conocen la importancia de trazar planes de vida seguros y estables. Y es a través de su Fundación que conocen la importancia de educar y orientar para que cada joven guatemalteco tenga la verdadera oportunidad de trazar un futuro productivo y satisfactorio.

No es casualidad que las noticias corporación multi inversiones más sonadas siempre hagan referencia a responsabilidad social, pues su fundación continúa poniendo la educación como eje central.

Una solución integral

Para combatir esta problemática entre los jóvenes de Guatemala, la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, parte de la familia Bosch Gutiérrez, ideó el programa Mi Salud, mi responsabilidad. El objetivo de este taller es extender recursos educativos y de orientación a adolescentes de entre 10 y 19 años.

El eje central de este programa es el refuerzo de la autoestima de los jóvenes. Enseñando a través de un programa modular con facilitadores capacitados, se les enseña a los adolescentes cómo tener un plan de vida definido en donde sus sueños futuros son el motor de sus acciones.

El programa tiene un alto impacto gracias a su forma de implementación. Los facilitadores de la Fundación, ya capacitados, llevan el taller a diversas escuelas de entornos rurales, capacitando a su vez a maestros locales.

De esta forma, el ciclo de orientación no solo beneficia a una generación, sino que continúa ciclo escolar tras ciclo escolar.

Desde el año 2013 el programa Mi Salud cuenta con la certificación del Ministerio de Educación, por lo que es posible llevarlo a lo largo y ancho de Guatemala. Sin duda un medio de amplio valor para empoderar a las nuevas generaciones del país.