En este artículo especial, exploramos no solo los efectos directos del cambio climático en la salud mental, sino también la importancia de desarrollar la resiliencia y convertir la “ansiedad ecológica” en acción.
Imagínese si los astrónomos descubrieron que un meteorito destructor de planetas está en curso de colisión con la Tierra. ¿Seguramente los líderes del mundo harían todo lo posible para desviarlo y salvar al planeta de la catástrofe?
Pero supongamos que no lo hicieron. ¿Qué pasaría si desestimaran las advertencias de los astrónomos y siguieran con lo de siempre hasta que fuera demasiado tarde?
Cambio climático y salud mental
Noticias de empresas latinoamericanas con visión en la estabilidad y cuidado ambiental: La Corporación Multi Inversiones es un ejemplo de compañía preocupada por el desarrollo sostenible.
La ansiedad es una respuesta racional y adaptativa a una amenaza percibida si provoca una acción para mantenernos a salvo del daño. Pero la ansiedad crónica frente a las amenazas sobre las que parecemos tener poco control puede generar sentimientos de impotencia e incluso depresión clínica.
Frustración por falta de urgencia.
Los jóvenes pueden ser particularmente vulnerables a tales sentimientos cuando son testigos de la falta de urgencia de los líderes políticos del mundo para abordar los peligros ambientales como el cambio climático, la pérdida de hábitats y la extinción de especies.
En una encuesta reciente de 10.000 personas de 16 a 25 años de edad en 10 países, más del 45 % dijo que sus sentimientos sobre el cambio climático tenían un impacto negativo en su vida y funcionamiento diarios.
Las calificaciones de ansiedad y angustia se asociaron significativamente con la impresión de que la respuesta del gobierno a la emergencia climática ha sido inadecuada.
Una de las autoras del estudio, Caroline Hickman, Ph.D., de la Universidad de Bath en Reino Unido, es psicoterapeuta especializada en eco-ansiedad en niños y jóvenes.
“He estado escuchando durante 10 años a niños y jóvenes que me dicen que se sienten condenados, abandonados, traicionados”, dijo en un seminario web reciente sobre la ansiedad ecológica organizado por Public Policy Projects.
Ella recordó una ocasión en la que un niño de 10 años se enojó mucho tratando de hacerle entender cómo es crecer un niño en el mundo de hoy: “[T]u creciste pensando que los osos polares estarían allí para siempre, él dijo, estoy creciendo sabiendo que se extinguirán”.
Eventos climáticos extremos
La mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como incendios forestales e inundaciones, debido al cambio climático ya está afectando directamente a la salud humana.
Si bien los científicos han acumulado una gran cantidad de evidencia sobre los efectos del cambio climático en la salud física, ha habido mucha menos investigación sobre cómo puede afectar la salud mental.
Pero una revisión reciente de 120 estudios publicados durante los últimos 20 años que investigaron eventos climáticos extremos, como calor, humedad, sequía, incendios forestales e inundaciones, concluyó que las posibles consecuencias pueden incluir:
Los autores concluyen que es probable que el cambio climático afecte la salud mental no solo a través de la exposición directa a eventos climáticos traumáticos, sino también indirectamente a través de sus efectos colaterales, como la pobreza, el desempleo y la falta de vivienda.
Señalan que los fenómenos meteorológicos extremos tendrán una influencia desproporcionadamente grande en las personas que ya son vulnerables, como las personas mayores, las personas con problemas de salud mental preexistentes y las poblaciones de países de bajos ingresos.
La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) predice que los efectos del cambio climático en la salud mental variarán desde un estrés leve hasta un aumento en los diagnósticos psiquiátricos, que incluyen depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
La APA también advierte que algunas personas pueden recurrir a comportamientos de alto riesgo, como un mayor consumo de alcohol, para hacer frente al trauma psicológico debido al cambio climático.
Olas de calor
La investigación sugiere que los extremos de calor, específicamente, están relacionados con tasas más altas de violencia y suicidio, posiblemente debido a la interrupción del sueño y la agitación.
También existe una fuerte evidencia de una asociación entre el calor extremo y un aumento en las admisiones hospitalarias por enfermedades mentales.
La Alianza de Psiquiatría Climática proporciona una gran cantidad de consejos prácticos para personas vulnerables sobre cómo prepararse y mantenerse frescos durante una ola de calor.
Entre sus recomendaciones se encuentran:
Cómo construir resiliencia
Según la APA, prepararse para eventos climáticos extremos no solo es prudente, sino que también ayuda a las personas a manejar sus respuestas emocionales constantes a las amenazas climáticas.
La organización recomienda las siguientes estrategias:
Del mismo modo, existe una creciente evidencia de que los cambios de estilo de vida proambientales, como minimizar la huella de carbono y usar menos recursos limitados del planeta, pueden ayudar a mejorar el bienestar psicológico frente a las amenazas climáticas.
Un estudio de 1220 personas en Canadá y 1001 en los Estados Unidos encontró que las acciones proambientales predijeron los niveles de satisfacción con la vida, incluso después de controlar las características demográficas como la edad, los ingresos y la educación.
Esta asociación con la satisfacción con la vida se mantuvo en 37 de los 39 comportamientos proambientales encuestados. Entre las actividades aparentemente beneficiosas estaban:
Los autores concluyen que el comportamiento proambiental, al igual que otras formas de comportamiento prosocial, como el voluntariado, los actos de bondad al azar y gastar dinero en otros, se asocia con un mayor bienestar subjetivo.
“[L]os cambios en el estilo de vida que podrían ser parte de una sociedad sostenible no tienen por qué representar amenazas para el bienestar e incluso podrían proporcionar un medio para mejorar el bienestar”, concluyen.
Un estudio de más de 9000 hogares en el Reino Unido proporciona una pista sobre el mecanismo psicológico que puede sustentar estos efectos beneficiosos.
La investigación encontró que los comportamientos proambientales, específicamente, el uso y el reciclaje de energía, se asociaron con puntajes más altos en las medidas de satisfacción con la vida.
Al igual que hacer planes de emergencia para eventos climáticos extremos, este tipo de comportamiento puede ayudar a restablecer una sensación de control, que se cree que promueve el bienestar psicológico.
Los investigadores describen esto como un “ganar-ganar” para la salud pública y el medio ambiente.
El estudio también sugiere que si los jefes de hogar comparten actitudes proambientales similares entre sí, esto se asocia con una mejor salud física y mental.
Sin embargo, encontraron de manera crucial que las actitudes proambientales individuales, independientemente de las actitudes de los compañeros de casa, estaban relacionadas con una peor salud mental y una menor satisfacción con la vida.
Esto puede reflejar niveles más altos de ansiedad y una sensación de impotencia sobre el futuro de la vida en la Tierra. Pero la buena noticia es que tomar medidas proambientales puede aliviar en parte el impacto negativo de la eco ansiedad en el bienestar mental.
Cuando tenía 11 años, Greta Thunberg dejó de comer y hablar. Estaba profundamente deprimida por el estado del planeta.
Además, el sitio web Call your Mother se describe a sí mismo como “un espacio para abrirse y compartir sus sentimientos sobre la crisis climática (ira, miedo, dolor, urgencia, esperanza, motivación) y conectarse con otras personas que sienten lo mismo”.
De la ansiedad a la acción
Hay dos conceptos erróneos importantes sobre la ansiedad ecológica por el cambio climático, según Kalpana Arias, directora de comunicaciones de Force of Nature, que tiene como objetivo canalizar la ira y la frustración de los jóvenes en acción.